martes, 19 de febrero de 2013

Instituto Tecnológico de la Palmera

La tradición es un reto para la innovación   Álvaro Siza, Arquitecto
Que el palmeral histórico de Elche fuera declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en el año 2000 no hizo más que acrecentar la necesidad de establecer un lugar que ayudara a fomentar, promover y preservar dicho monumento. El Instituto Tecnológico de la Palmera nace con la intención de concentrar en un mismo recinto todas las actividades relacionadas con la palmera datilera propia de la ciudad (Phoenix Dactilifera Linnaeus).

Se desarrollan tres bloques programáticos que abarcan desde la tradición y artesanía hasta la tecnología e investigación, pasando por el fomento y divulgación, y que se traducen en tres edificaciones independientes interconectadas entre sí.

Es evidente que en el palmeral ilicitano tanto los procesos de innovación como el respeto por las tradiciones conviven en una solidaridad ineludible para afrontar el futuro de este monumento vivo. De la misma forma, la coexistencia de estas dos vertientes se manifiesta de forma evidente en la formalización del edificio.

El concepto de implantación es el mismo que ya se usaba tradicionalmente en los huertos, en los que la vivienda de los arrendatarios se situaba en uno de los bancales cuadrangulares  junto a un caminal, y las dependencias anexas en los inmediatos. Así, la parcela se convierte en un huerto de palmeras, dividido en tres bancales que se articulan mediante el caminal central de piedra, las pasarelas elevadas de madera y el camino trasero de tierra. En cada uno de ellos se introduce un módulo independiente con un uso distinto, éstos emulan las construcciones palafíticas de los huertos tradicionales, integrándose en la retícula de palmeras y elevándose sobre el terreno con la finalidad de aislarse de la humedad característica del sistema de riego empleado.

Formalmente se plantean volúmenes rotundos con grandes superficies blancas que combinadas con la madera, la piedra y el albero, crean un contraste armónico de materiales tradicionales. La planeidad de estos paños blancos queda truncada por la verticalidad y profundidad que transmite la celosía de acero oxidado dispuesta siguiendo un ritmo irregular y que proporciona a la obra su seña de identidad.

Los módulos 1 y 2 obedecen a una misma tipología de edificación en planta baja, divididos en dos zonas separadas por la pasarela de acceso, que penetra creando un espacio de transición entre interior y exterior. El módulo 1 está destinado a actividades artesanales relacionadas con la palma blanca, mientras que el módulo 2 se reserva para usos de archivo y de divulgación.

El módulo 3, volumétricamente más rotundo y de dos alturas, aloja un programa muy específico y complejo, necesario para cumplir con los requerimientos espaciales y de instalaciones que precisan el estudio e investigación sobre la palmera, su cultivo, su cosecha y la lucha frente a las plagas.

Fotos by soler martínez arquitectos

DATOS
Arquitecto: Javier Soler Cano
Arquitecta colaboradora: Mariangeles Martínez López
Arquitecto técnico: Ricardo Reynau Sánchez
Promotor: Ayuntamiento de Elche
Constructora: CYES
Superficie parcela: 3.117 m²
Superficie construida: 1.662,90
PEM: 1.659.056,80
Fecha proyecto: 2009
Fecha final de obra: 2012

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Perfecto ejemplo de integración Arquitectónica en Paisaje Mediterráneo. El edificio cuenta también con amplios espacios con una iluminación natural estupenda, que son idóneos para la práctica de actividades diversas.

soler martínez dijo...

Gracias Silvia Yus!!